50 años sin Faulkner
“Era uno de los nuestros”.
Su
obra ( más de viente novelas y tres libros de cuentos) es considerada
la culminación de la literatura norteamericana. Sus novelas y cuentos
se ambientan en la imaginaria región de Yoknapatawpha, que simboliza el
sur de Estados Unidos, y recogen las transformaciones sociales del
país.
Faulkner recibió el Premio Nobel en 1949.
En su obra emplea un lenguaje rico y complejo, así como todo tipo de
técnicas narrativas modernas. Ya en sus primeras novelas, El ruido y la furia y Mientras agonizo, se alternan los monólogos interiores de varios personajes. Una de sus novelas: Las palmeras salvajes, fue traducida al español nada menos que por Jorge Luis Borges.
Las novelas y cuentos de Faulkner reflejan la miseria y la violencia del ser humano con saltos en el tiempo y puntos de vista múltiples. Santuario narra el brutal secuestro de una joven; Luz de agosto se centra en el racismo; mientras que ¡Absalón, Absalón! analiza el complejo pasado de un hombre desde varios puntos de vista.
¡Absalón, Absalón! es un texto exigente para el lector. Faulkner escribió esta novela antes de cumplir 40 años. Cuando se editó, un crítico del The New Yorker dictaminó: “Es la novela más consistentemente aburrida de la última década”. En una entrevista, le señalaron a Faulkner que su novela era difícil de leer. “Hay personas que han leído ¡Absalón, Absalón! dos o tres veces y dicen que no la entienden, ¿qué les recomienda ? Faulkner respondió: “Que la lean cuatro veces”
William Faulkner
es considerado el novelista americano más grande del siglo XX. No sólo
dejó su marca en la literatura americana sino que también dejó un legado
para escritores de toda la literatura mundial. El impacto de Faulkner en la literatura europea fue documentado con amplitud por Jean-Paul Sartre. La influencia de la obra de Faulkner en una generación de escritores latinoamericanos es indudable. Hispanoamericanos como Juan Carlos Onetti, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez; ellos fueron lectores apasionados de las novelas de Faulkner, y
no sólo han reconocido la influencia del Premio Nobel
norteamericano en sus estilos y temáticas, sino incluso la presumen con
orgullo.
Extrañamente, nuestros grandes escritores mexicanos José Revueltas y Juan Rulfo,
se resistieron a reconocer la innegable influencia del
escritor norteamericano en sus obras narrativas. Cuando uno lee la
novela ¡Absalón, Absalón! (1936)de Faulkner, irremediablemente encuentra en El luto humano ( 1943) de José Revueltas y en Pedro Páramo ( 1955) de Juan Rulfo evidencias
elocuentes de la presencia faulkneriana que siempre negaron sus
autores. Hay testimonios, como por ejemplo, el de Enmanuel Carballo,
que sostienen que Revueltas y Rulfo habían leído la obra del
norteamericano con especial esmero. ¿Qué les impidió reconocerlo?
El Premio Nobel Mario Vargas Llosa expresó en su texto "Faulkner en Laberinto " (1980) sobre el gran escritor norteamericano:
“Escribía en inglés, pero era uno de los nuestros”.
Hay una casa que será muy visitada el próximo 6 de julio : la residencia de William Faulkner. La casa fue diseñada por el propio Faulkner y él la construyó con sus manos, como lo hizo el personaje Thomas Sutpen, protagonista de ¡ Absalón, Absalón! El hogar del escritor está en el pequeño pueblo Rowan Oak, en Oxford, Missippi, donde William Faulkner vivió los últimos 40 años de vida. La mansión de Faulkner se ha convertido en un museo a cargo del condado de Lafayette. (Para entrar, por cierto, hay que pagar $5.00 dólares).
Quien lee a Faulkner
no puede dejar de admirar la riqueza de su lenguaje. No leer sus
novelas es perderse lo más alto en la indagación fascinante del alma,
lo que se oculta a la mirada superficial.
El número de tesis , monografías y análisis doctorales sobre la obra de William Faulkner alcanzaría para llenar varias bibliotecas.
¡La obra de William Faulkner está viva en muchos lectores!
POSDATA.- Podemos visitar la casa de William Faulkner gracias a "Youtube"haciendo "clikc" en: